Un poco de literatura: ¿qué se lee en el Breo?

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El día de San Jordí es también conocido como el Día del Libro. Dicen que, aunque se lee mucho menos de lo que sería deseable, el sector del libro, permanentemente en crisis, es uno de los que mejor está aguantando el chaparrón. Los jugadores y los técnicos del Leche Río contribuyen, más de lo que se podría pensar, a la venta de libros. Viajes, hoteles, horas de descanso… mucho autocar, aeropuerto y avión que invitan a abrir un buen ejemlpar y buscar que el tiempo pase más rápido.

Román, Miragaya y Corbacho con tres de las obras selccionadas por la plantilla
Román, Miragaya y Corbacho con tres de las obras selccionadas por la plantilla
Corbacho acepta el reto de Un mundo Sin fin de Ken Follet, pero sin soltar el balón.
Corbacho acepta el reto de Un mundo Sin fin de Ken Follet, pero sin soltar el balón.

Y visto el número de libros que pasan por manos del equipo, parece que es una receta que funciona.
Hemos querido saber qué tipo de literatura ocupa a nuestro equipo y nos hemos enterado de que no sólo leen, también se recomiendan libros unos a otros, se enganchan a series de autor y, en algún caso, hasta coleccionan ejemplares de una misma obra en diferentes idiomas.

Sometidos a la pregunta sobre qué libro recomendarían, algunos lo tienen claro por tener un libro que les ha marcado, otros dudan y preguntan ¿sólo uno?, y se genera un auténtico debate sobre novelas. Porque es inevitable que los libros generen temas de conversación.

Son muchos los géneros y variados los gustos de los miembros del equipo. Más de uno prefiere el género policiaco y novela negra del que se declara fan Belén Díaz, la fisio del equipo: «estoy enganchada a los libros de Henny Mannkell, en especial los de la serie de su personaje, el inspector Wallander», comenta en referencia al autor sueco.
También Betinho se decanta por una obra sobre el mundo policial, abriendo una ventana al amplísimo mundo de la literatura lusófona. El jugador nacido en Cabo Verde se decanta por una obra titulada BOPE, un crudo relato sobre un cuerpo especial de la policía de Río de Janeiro (Batallón de Operaciones Policiales Especiales), escrito por ex miembros de ese cuerpo de elite especializado en actuar en la zona de fabelas de la macrociudad brasileña.
Brian Cusworth nos recomienda una obra del neoyorkino Robert Ludlum titulada The Sigma Protocol, una trama de espionaje tecnológico en el que se ve envuelto involuntariamente un superviviente del Holocausto Nazi.
El exterminio del pueblo judío en la Segunda Guerra Mundial sirve de escenario para la obra elegida por el delegado del Leche Río, Francisco de Andrés, recientemente llevada al cine. Se trata de El niño con el pijama de rayas, de John Boyne, una historia en la que se combina la ingenuidad infantil y el drama del exterminio con una alambrada de un campo de concentración como frontera insalvable entre dos mundos.
Los dos más jóvenes de la plantilla del Breo nos recomiendan dos obras muy diferentes. El alquimista de Paulo Coelho es la elección de Merino, un auténtico viaje iniciático de un joven personaje que mezcla deseos, sueños y realidad en una de las obras más vendidas y traducidas de los últimos veinte años.
Por su parte, Mikel Úriz se queda con El Señor de los anillos de Tolkien, todo clásico de la literatura que ha sido el artífice de una auténtica mitología literaria imitada por decenas de autores y llevada con éxito al cine. La obra de Tolkien también convence a Lisardo Gómez, el entrenador ayudante, y a uno de los capitanes, Roberto Morentin, que recomienda la precuela de EL Señor de los anillos, del genial escritor nacido en Sudáfrica: El Hobbit, aunque el pívot de Valladolid reconoce predilección por dos obras de Ken Follet ambientadas en la Edad Media: Los pilares de la tierra y Un mundo sin fin.

El escritor de Nueva Orleáns, Elmore Leonard, es el preferido de Bill Phillips, que se declara admirador de toda su obra que abarca desde el western hasta la obra de misterio.
Spencer Gloger se decanta por un clasico y piensa que el mejor personaje literario es Huckleberry Finn. Con el río Misisipi de fondo, Mark Twain firma una de las grandes obras de la literatura norteamericana y mundial.
Otro superventas de la última década, El Código Da Vinci, enganchó al joven pívot Daniel Clark, aunque muchos de sus compañeros confiesan haber dedicado buenos ratos a la conocidísima obra de Dan Brown, entre ellos Dani López, que nombra obras que le han gustado como El ocho, de  Katherine Neville, o la que mejores momentos le ha reportado últimamente: La Reina del Sur, de Arturo Pérez Reverte.
Alberto Corbacho nos recomienda una obra de ciencia ficción con un inquietante trasfondo cotidiano titulada El quinto día, del alemán Frank Schätzing.
Lucho Fernández y el preparador físico, José Manuel Miragaya, se ponen de acuerdo en sus gustos literarios y nombran la obra de Ruiz Zafón, La sombra del viento, como una de sus favoritas.
Andrea Pecile  nos da dos títulos: City de su compatriota Alessandro Baricco, y el  clásico moderno El retrato de Dorian Gray, del irlandés Oscar wilde. Además, Pecile reconoce tener especial predilección por El Principito, obra que confiesa coleccionar en diferentes idiomas. El italiano ya ha hecho el propósito de hacerse con la edición en gallego del libro de Antoine de Saint-Exupéry.
Nacho Ordín disfrutó especielmete con al obra Tokio Blues, de Haruki Murakami, uno de los autores que más ha despertado, para el gran público occidental, curiosidad por la narrativa nipona.
Ensayo sobre la ceguera, del Premio Nobel portugués José Saramago, y la novela gallega Polaroid de Suso de Toro, son los títulos propuestos por el pívot Javi Román, que se declara seguidor de la literatura actual de su tierra.
El entrenador ayudante del Leche Río, Rubén Domínguez, cita un título del autor israelí Amos Oz: Una historia de amor y oscuridad, una autobiografía del autor centrada en su dura infancia coincidente con la persecución de los judíos en la época de Hitler y la creación del estado de Israel. El autor fue galardonado en el 2007 con el Príncipe de Asturias y suena en los últimos años como candidato al Nobel.
Sergio Valdeolmillos se queda con La pasión Turca de Antonio Gala, una obra cargada de erotismo escrita en 1993 y que ha sido llevada al cine tras un enorme éxito de ventas.

El Dr. Miguel Giao está disfrutando con la novela finalista del Premio Planeta 2006 de la lucense Marta Rivera de la Cruz, En tiempo de prodigios, una obra llena de humanidad y con tintes autobiográficos de la excepcional escritora de Lugo.

Vista la variedad de gustos de los miembros de la plantilla, seguro que este mismo artículo, escrito en otro momento, daría muchos más títulos interesantes. Ellos seguirán metiendo sus novelas en sus bolsas de viaje.

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