CB Breogán

Dos muñecas de seda celestes han alzado el trofeo de mejor triplista en el concurso organizado anualmente por la ACB. Un galardón reservado para algunos de los mejores tiradores de la historia de esa competición, como han sido Mark Davis (campeón en la 89/90 y 90/91), Danko Dvjeticanin (92/93), Oscar Schmidt (93/94), Alberto Herreros (97/98 y 98/99), Louis Bullock (05/05, 06/07 y 08/09), o Igor Rakočević (07/08). También lo logró el ex breoganista Óscar Cervantes en la temporada 91/92, con la camiseta del Granollers y justo una temporada antes de fichar por el equipo lucense.

Odriozola: un especialista que pasaba por allí

En diciembre de 2001, Valladolid acogía el All Star de ACB. Jacobo Odriozola, que en aquella época defendía por segunda temporada consecutiva la camiseta celeste, pasaba un fin de semana como espectador -el Leche Río había dado unos días libres a la plantilla- para disfrutar del espectáculo y compartirlo con algunos amigos. La casualidad quiso que, en el último momento, Djorjevic se lesionara, y dejara una vacante en el concurso que era cubierta por el jugador celeste, que recibía su camiseta de juego justo a tiempo para entrar de lleno en la aventura del concurso. Odriozola (Santander, 28 de marzo 1973), regresaba a una cancha muy familiar para él ya que el cántabro se había formado en las categorías inferiores del club pucelano, donde llegó a jugar en el equipo ACB desde el año 92 al 94, y en una segunda etapa desde el 2002 al 2004.

Odriozola superaba la primera ronda con el mejor registro (21 puntos), aunque seguido muy de cerca por Óscar González (20), y los otros dos clasificados para la semifinal: Pedro Robles y Raúl Pérez, lo que conformaba una semifinal totalmente nacional. Cerca estuvo de clasificarse la invitada femenina, Sandra Gallego, que con una meritoria actuación, se quedaba fuera con 18 puntos.

Raúl Pérez, todo un especialista, coreado por su público, lograba convertirse en el gran favorito con un impresionante registro de 25 tantos en la semifinal. Jacobo Odriozola pasaba a la final con 18 puntos.

En una emocionante final, el jugador del Leche Río superó la presión del público y el difícil reto de mejorar los 19 tantos de su rival.
El triunfo de Odriozola no pudo ser más emocionante, ya que el cántabro superaba a su rival por sólo un punto y gracias a que entraba el último balón del último carro, el tricolor, el que vale doble. El jugador celeste se proclamaba campeón con 20 puntos.

Jacobo Odriozola confesaba sentirse en una nube tras su triunfo: «De verdad, estaba muy tranquilo, no sabía que me jugaba el título en el último balón. Me he dado cuenta de lo que había pasado cuando me he girado y he visto el marcador…es increíble, estoy en una nube», declaraba a los servicios de comunicación de ACB.

 Bogavac se suma a la fiesta recién llegado

En 2005 el Leche Río fichaba a Nebogsa Bogavac (Bijelo Polje,14 de diciembre de 1973), un internacional Serbio que había sido la referencia del Hemofarm en la Liga Adriática y cuya aportación había sido clave para la consecución del título de campeón en la Final a 8 y con el alero como MVP de la final.
La fama de bombardero de «Trumo» Bogavac se ratificaba cuando el alero celeste (que curiosamente vistió de rojo, segunda equipación del Leche Río en aquella temporada) se proclamaba campeón del concurso de triples del Showtime ACB, superando en la final al mismo que, años antes, había batido Odriozola: Raúl Pérez, que en al temporada 2005/2006 defendía los colores del Caja San Fernando.
Granada era la ciudad anfitriona del evento en la primera semana de octubre de 2005, y otro viejo conocido de la afición celeste, Nacho Ordín (en aquella época en Granada) estaba también en la lista de participantes del concurso de triples.

En la primera ronda, Bogavac se deshacía de Raül López por un ajustado 18-17, y Nacho Ordín caía ante un brillante Raúl Pérez por 23-15.
Los cuartos de final mostraban un curioso duelo, el de Rudy Fernández con su hermana Marta, la invitada femenina de la edición, a la que superaba 16-9. Basile superaba a Bullock (15-14).

Ya en semifinales, la muñeca de Trumo parecía sentirse cómoda y eliminaba a Rudy Fernandez por un claro 21-14, convirtiéndose en invitado inesperado en la final del torneo.

Raúl Pérez vivió un auténtico déjà vu. Otro jugador con las palabras Leche Río serigrafiadas en el pecho se le cruzaba en la final. En esta ocasión, el público local se volcó con el jugador del equipo gallego, quizá por aquello de la rivalidad regional. El jugador del Caja San Fernando lanzó primero. Empezó flojo con sólo dos puntos en el primer carro, pero recuperó el ritmo anotador hasta sumar 20 puntos, un registro que ponía el listón muy alto para Trumo. El montenegrino empezaba mal, sin lograr ni un solo punto en el carro inicial, pero su talento de anotador se desataba en los siguientes, hasta llegar al último balón –igual que le había pasado a Odriozola años antes- por debajo en el marcador 20-19. El balón tricolor voló y, tras unos instantes interminables, perforaba la red del pabellón nazarí.

Bogavac se proclamaba campeón de un concurso que, en 50 años de historia, sólo dos breoganistas han logrado. El montenegrino lo celebraba ante las cámaras de televisión y corrió a buscar el apoyo de su amigo Rakocevic que ejerció de improvisado traductor para la entrevista al campeón, que recién llegado a España no hablaba ni español ni inglés.

«Todos los jugadores del concurso son grandes tiradores, por eso ha sido muy difícil. Pero yo he tenido un poco más de suerte y he podido ganar finalmente. Estoy muy contento de haber ganado y además quiero agradecer a la afición de Granada que me ha ayudado mucho con su apoyo», declaraba ante las cámaras de televisión.

 

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